Ayer, mientras trabajabamos con mi hermano Nicolás en las nuevas
canciones que estamos preparando para el concierto que tenemos en
Barcelona, recibimos un par de mensajes a nuestro blog de
intentalocarito. “Racistas de mierda”, “Banda sin futuro”,
“Vergüenza para Colombia”, decían algunos mensajes.
-“Que raro esto”, le dije.
-“Seguro que es spam”, dijo Nicolás.
Seguimos
trabajando un par de horas más, hasta que nos recogió una amiga con la
que ibamos a cenar. Llegué a mi casa nuevamente hacia la media noche y
me puse a trabajar en un video que estoy editando, cuando me entró una
llamada de mi hermano.
-“Qué hubo Nicolás?”, saludé.
-“Oiga
se acuerda lo de los insultos de esta tarde? Acabo de ver que están
escribiéndonos porque unos tipos se están haciendo hacer pasar por
nosotros, e insultaron a una persona con un comentario muy racista”.
Muy
ansioso me puse a investigar para entender bien qué era lo que estaba
pasando. Pronto me encontré una página que se había estado haciendo
pasar por nosotros con el nombre de ‘inténtalo carito’ desde abril,
inventándose conciertos y poniendo fotos absurdas. El problema surgió
cuando una estudiante de lenguas en Brasil escribió un mensaje a esta
página con un mensaje de felicitación por el video de ‘Qué difícil es
hablar el español’, a lo que la falsa página respondió con otro
comentario en un tono ofensivo: “NEGRA!”. El comentario de la página
fraudulenta, que en ese momento por alguna razón se había cambiado el
nombre de ‘inténtalo carito’ a ‘racismo puro’, tristemente fue
compartido por cientos de personas indignadas.
En
seguida creé una página oficial de ‘inténtalo carito’ de facebook (por
suerte ellos no habían utilizado este nombre aún!) y mandé varios
mensajes intentando aclarar la situación a algunas de las personas que
estaban compartiendo el comentario ofensivo, hasta que a las 3.30am me
dormí totalmente agotado por el tema. Esta mañana me reuní con Nicolás
temprano, y grabamos un video los dos aclarando todo el asunto. Mandé
otros muchos mensajes, escribí un post en nuestro blog y tuve algunas
discuciones absurdas con gente que a pesar de todo sigue diciendo que
somos unos racistas y que no entienden porqué la página de ‘inténtalo
carito’ desapareció y luego apareció nuevamente con el nombre de
‘inténtalo carito oficial’.
“A palabras necias, oídos sordos”, dice un famoso refrán, y nosotros ya no podemos hacer nada más
para que la gente entienda que no fuimos nosotros los que creamos la
página falsa que insultó a la estudiante del Brasil. Ahora sólo queda
esperar que pasen un par de días y que la página falsa sea bloqueada por
Facebook, después de haber recibido docenas de denuncias de la gente
que cree en nuestro trabajo.
Sin embargo todo este
desagradable episodio me ha hecho reflexionar nuevamente en lo frágil
que es toda esta era de las comunicaciones en la que todos estamos
inmersos. Todos tenemos acceso a la información, pero esto es algo que
nos llegó de repente y para lo que la mayoría no estaba preparado. Somos
pocos los que acostumbramos a poner en tela de juicio la información
que nos llega, y esto convierte a las redes sociales en peligrosísimas
armas que pueden movilizar gente tanto para cosas buenas como para cosas
malas; pueden engrandecer el trabajo de una persona al tiempo que
pueden destruir la carrera de toda una vida injustamente. No se entiende
la dimensión de la responsabilidad del lector, que viene a ser igual de
grande a la del escritor. El lector es el que finalmente valida lo que
el escritor dice, y sin el primero el segundo no existe.
Qué
habría pasado si yo estuviera pasando una semana caminando por el
monte, aislado del internet? Habría vuelto a la ciudad para encontrarme
con mi página profesional invadida de insultos y de falsas acusaciones,
el proyecto de inténtalo carito enormemente perjudicado (proyecto que
además no es más que una propuesta creativa y original para hacerle
pasar a la gente un rato divertido a partir de un intenso trabajo
musical y lingüistico), y yo me habría pasado un mes entero perdiendo
tiempo intentando solucionar todo el problema y sintiéndome como un
miserable todas las noches antes de irme a dormir. Cientos de personas
compartieron el comentario ofensivo contra la estudiante de lenguas sin
tomarse si quiera un minuto para verificar si era verdadero. Es decir: a
partir de una foto de pantalla (que cualquier persona con un computador
puede hacer), y de un perfil con una foto bajada de alguno de nuestros
blogs (cosa que también puede hacer cualquier tonto con un computador),
la gente se indignó y comenzó a insultarnos a diestra y siniestra por ‘racistas’.
Y entonces cómo hacemos? Es eso lo único
que se necesita para movilizar a la gente a pensar una cosa u otra?
Cualquier persona con 10 minutos de tiempo libre y un mínimo grado de
esceptisismo se habría dado cuenta en seguida que la ortografía, la
manera de hablar, las publicaciones y todo lo que había en esta página era falso, no
tenía ninguna relación con nosotros y nuestra manera de hacer las cosas.
Y si alguien no conocía nuestro estilo, bastaba con leer la página
fradulenta para ver la poca coherencia que todas las publicaciones
tenían entre sí!
Para citar otro ejemplo, hace unos seis meses mi prima llamó a Nicolás:
-“Nicolás, esta en la televisión!”, dijo.
Nicolás
corrió al cuarto a encender el aparato, no tanto por la emoción de
estar al aire sino por la confusión que le provocaba saber que estaba en
un programa sin haber sido avisado. Resulta que una famosa actriz
colombiana había tenido un novio que se llamaba Nicolás Ospina que
aparentemente era algo aficionado a la música. Los programadores no
tuvieron el más mínimo inconveniente en ir a Google y buscar alguna foto
del tal Nicolás Ospina, y como la primera que se encontraron fue la de
mi hermano decidieron que esa era la que iban a poner en el programa de
chismes. Y ahí estaba la foto de Nicolás, en un programa con gente que
Nicolás no conocía, en un programa de chismes sobre gente que él tampoco conocía,
con un presentador que él no conocía, en el que estaban hablando de una
supuesta hija que él no conocía y que en teoría tenía con esta actriz colombiana QUE
TAMPOCO CONOCÍA!
Ahora, estamos hablando de un programa
de televisión que en teoría tiene un realizador, un productor, un
guionista. Gente que en teoría trabaja para validar previamente la
información que va a presentar, y que trabaja con los impuestos de la
gente que luego los va a ver y a oir en la televisión. Si esta gente,
que trabaja para esto todos los días y que controlan los medios de
comunicación más influyentes de la sociedad, no se toma un segundo para
ver si lo que están diciendo es verdad, qué se puede pedir de la
cantidad de gente que revisa el internet en sus ratos libres?
Esta
es la era de las comunicaciones. Pero no de las comunicaciones
constructivas, educativas, didácticas: simplemente de las
comunicaciones. De las comunicaciones y las audiencias masivas e inmediatas, de los
televidentes y lectores dopados. Es clave que como protagonistas de este
escenario aprendamos que la supuesta ‘era de las comunicaciones’ lo que
hace es facilitar la comunicación hasta el punto que cualquiera puede
escribir lo primero que le pasa por la mente y presentarlo como una
noticia fundamentada. Necesitamos generar una cultura de gente que no
‘trague entero’ y que no se venda a lo primero que le cuentan. La
inmediatez de hacer un click con el dedo índice y compartir cualquier
tipo de información es un peligro terrible que además nos convierte en
soldados analfabetas de posibles corrientes perversas, corruptas y
dañinas. Medios televisivos publicando cualquier cosa para subir el
rating de un noticiero; revistas de renombre inventando testimonios y
artículos sin tomarse el tiempo necesario para validar la información,
únicamente para vender más ejemplares; usuarios de las redes sociales
creando perfiles falsos para difamar el trabajo de otro sólo para
conseguir unos cuantos ‘likes’ en sus páginas. Estamos todos nadando en
esta ‘era de las comunicaciones’, pero el beneficio de la duda al parecer está incomunicado!
Con afecto,
Napoleón Bonaparte (Paris, 1835)
pd: perdón, acabo de ver en wikipedia que Napoleón murió en 1821.