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Concierto de lanzamiento del CD “Amour t’es las?” de Banda Magda, en ‘Joe’s Pub’ (Nueva York, mayo 24 de 2013) |
Terminado el tercer tema del concierto me subí al escenario junto con la violinista, el chelista, el violista y una japonesa que tocaría un instrumento japonés, y me senté frente al rhodes. Durante el tema que tocamos -‘La Japonaise’- había una parte en la que todos hacíamos segundas voces, pero al yo no haber cuadrado el micrófono que tenía en frente del teclado tuve que hacer los coros a grito pelado. Para el siguiente tema- que también tenía coros-, bajé un poco la base que estaba frente al teclado y aproveché mientras Magda explicaba el texto de la canción para cuadrar la altura del micrófono y poder utilizarlo en la canción.
Yo
tenía mi boca pegada al micrófono probando sonido y aprovechano para ver que estuviera bien la altura, cuando el bajista Michael League- que estaba tocando frente a mí-, se
movió para arreglar un cable. La cantidad de instrumentos, músicos, monitores y
cables que había en el escenario hicieron que Michael no se percatara de la
base de mi micrófono que tenía justo detrás suyo, y sin darse cuenta la golpeó sin culpa. “Im sorry man!, are you ok?” me preguntó
Michael susurrando, cuando vio que me había pegado con el micrófono en la boca
al golpear la base. Con una risa contenida que enmarcaba el absurdo de la situación le hice caras de que estaba todo bien, y mientras comenzaba a tocar la siguiente canción me preguntaba qué carajos iba a hacer después del concierto: me había roto un
diente.

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Tocando a dúo con Magda su canción Petite Maline |
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Al final de la última canción, con el público aplaudiendo de pié. A la izquierda pueden ver a Michael abrazado conmigo, seguro pidiéndome disculpas nuevamente. |
El concierto terminó en ovación, tocamos dos ‘encores’ y Magda vendió muchísimos CDs. Nos quedamos un rato largo conversando con los músicos y amigos del público, y en medio de los comentarios del concierto yo tuve que echar el mismo cuento al menos unas veinte veces: “En verdad este no era mi diente real... el real se me rompió en una piscina cuando tenía diez años... cada ciertos años me pasa lo mismo y con algún golpe se me despega la parte falsa…bla bla bla”. Ya cuando estábamos por salir, mientras esperábamos en el lobby de ‘Joe’s Pub’ a que salieran todos los músicos y Magda terminaba de firmar CDs, le fuí a mostrar el pedazo del diente a un amigo y no lo encontré en mi bolsillo. Disimuladamente comencé a buscarlo en el piso; me lo había puesto y quitado cinco minutos antes en ese mismo lugar y tenía que estar ahí. Una amiga comenzó a ayudarme, y en seguida vino el guardia con una linterna para sumarse a la misión; de repente había como 15 personas que habían estado en el público (y que no conocía) intentando ayudarme a buscar el diente que Michael me había roto. Lo más absurdo era que el piso era negro, y estaba lleno de unas pequeñas piedritas incrustadas: todas parecían dientes. Algunos comenzaron a mirar en la suela de sus zapatos, revisando que no la hubieran pisado y pensando que tal vez podría estar pegado ahí, y varios sacaron sus teléfonos para usar sus linternas virtuales y así poder buscar mejor. La verdad me sentía metido en medio de un capítulo de Jerry Seinfield o una película de Woody Allen, y la situación no podía ser más absurda.
Desistimos
al
rato, y mi amigo Andrés me insistió en que revisara el bolsillo
nuevamente.
Saqué todas mis llaves, billetera y celular, y encontré en el bolsillo
del
pantalón debajo de unos hilos el dichoso pedacito. Para no quedar como
un
completo idiota hice la pantomima de que lo había encontrado por ahí, y los que
me
habían ayudado se fueron contentos a su casa con su CD firmado y con la
tranquilidad de que el pobre pianista no se había quedado sin diente (sólo le
dije la verdad a una amiga que llevaba media hora buscando, y
que me decía insistentemente “Pero no puede ser, dónde estaba?
dime exactamente dónde porque yo busqué en todos lados!”).
Magda y
algunos de los músicos nos fuimos a celebrar a un bar, y el resto de la noche
estuve entre tomando cerveza, brindando por el éxito del concierto, recibiendo
disculpas de Michael, explicando cómo me rompí el diente a los 10 años, e intentando
contener la preocupación de saber qué carajos iba a hacer con este diente roto
aquí en Nueva York, sabiendo que el martes además nos vamos de gira a Europa
para el tour con el grupo de Sofia Ribeiro. Esta mañana llamé al dentista amigo
de Andrés, pero me salta el contestador automático; supongo que estará de paseo
con su familia porque justo este fin de semana es festivo. Así que quizá tendré que comer compoticas durante las próximas semanas y a tomarme pocas fotos. Igual quien sabe, quizá
pueda que esto ayude a despegar mi carrera como músico y me dé una identidad
más fuerte como artista; el hecho es que si voy a un consultorio regular hoy, volveré a
ser el mismo de siempre, pero arruinado (porque aquí la medicina es impagable). Lo que sí es seguro es que todos los
asistentes van a recordar durante mucho tiempo el espectacular concierto que
hicimos ayer, y al pianista al que le rompieron el diente en plena canción.
pd: Les recomiendo muchísimo seguir el trabajo de BANDA MAGDA, realmente es un trabajo muy espectacular y del que seguro van a oir hablar mucho en un futuro cercano: https://www.facebook.com/bandamagda
pd2: Michael League, el musico que me rompió el diente ayer, es un músico a quien admiro muchísimo y uno de los mejores bajistas que he conocido. Lidera la espectacular banda Snarky Puppy, para la cual hace toda la gestión (desde manejar una van en un tour de dos meses hasta escribir toda la música). Ultra recomendada también: https://www.facebook.com/snarkypuppy