Salimos del club medio torcidos del hambre y nos comimos un increíble falafel que nos dio un respiro de los no tan amigables precios de la comida en el Blue Note, y volvimos al club en donde nos sentaron en una mesa un poco mejor que la que tuvimos en el primer set. Los músicos volvieron a salir al escenario, y después del tercer tema Paquito presentó a Alex, el increíble pianista que toca con él, y en seguida continuó “I am very lucky to be surrounded by great pianists... This next piece is called ‘Todavía no’, which means ‘Not yet’, and is by a composer to whom I felt very attracted to last year. He is a concert pianist, a jazz pianist and a comedian” (Paquito llegó a mi música por el video de ‘Qué difícil es hablar el español’ que hicimos con mi hermano). “He is here tonight, if he has NOT YET been deported!... Juan Andrés Ospina, are you around?”. Marcelo, Magda y Pablo arrancaron a hacer ruido, y yo le hice señales con la mano indicándole dónde estaba mientras preparaba mi cámara para poder disfrutar de ese momento desde mi puesto escuchando mi mi música en manos de esos increíbles musicazos. Cuando me vio me dijo desde el escenario “Quieres tocar con nosotros? Vente pa’cá!”. La verdad de saber que me iba a invitar habría repasado al menos una vez la canción, que no tocaba hace cuatro años! Salí en medio de la gente que me animaba a subirme, y cuando el pianista me dijo que la partitura estaba en el piano respiré profundo y me subí (de memoria seguro que habría sido un desastre).
Increíble, estar tocando con Paquito, Victor, Alex, Oscar, Mark y Pernel en el Blue Note, una composición mía. La memoria me traicionó en una parte y no pude seguir la partitura porque ni yo me acordaba de cómo seguirla, pero nadie se dio cuenta del pequeño lapso de duda que tuve y el tema al final salió súper bien. Bajé entre cálidos aplausos mientras Paquito decía “You have to keep writing! Keep writing great music!”
“Todavía no” fue una composición que escribí para una clase mi primer semestre en Boston. Durante un par de semanas estuve encerrándome en unos cuartos de piano cuando terminaban las clases, y me quedaba ahí hasta que me echaban a media noche para volver en bicicleta a mi casa en medio del frío bostoniano. Quizá en ese momento no me habría creido que un par de años después iba a estar tocando esa misma música en el Blue Note junto a Paquito D’Rivera, pero sí estaba convencido de lo mucho que creía en la música que estaba escribiendo. Cuando la compuse no estaba pensando en ningún premio, ni en el reconocimiento, ni en la nota que me iba a dar el profesor; estaba sumergido en el proceso creativo y en las ganas de darle vida. Siempre creí que hacer música desde ese lugar creativo y emocional era la respuesta a lo que todavía estoy buscando, y momentos como el de esta noche me hacen pensar que cuando se trabaja de esta manera al final se acierta. Hoy fue una noche muy especial, y me alegra mucho haberla compartido con cuatro buenos amigos con quienes vamos celebrando nuestros pequeños triunfos en este laborioso y duro mundo de la música, y ahora con ustedes.
Me voy, que son ya las 3.30am y tengo que estar en el aeropuerto a las 5am!
Salud!

Casi me metas de la emoción con este relato. Saludos. Muchos abrazos. Carlos Chica
ResponderBorrarQue machera!!! que reconocimiento a tu talento inmenso....! Vivas por muchos anos...!!!!
ResponderBorrarQue emocionante, mis felicitaciones maestro Juan Andres, ojala algun dia pueda tomar alguna clase con usted o por lo menos charlar un rato, mucho exitos maestro
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarQue genio!!! Recien leo tu historia... hace poco que te sigo por las redes sociales. Sos un grande... inspiracion profunda para nosotros aprender de vos, con cada dato que aportas.
BorrarQue genio!!! Recien leo tu historia... hace poco que te sigo por las redes sociales. Sos un grande... inspiracion profunda para nosotros aprender de vos, con cada dato que aportas.
Borrar