sábado, 23 de noviembre de 2013

Feliz día del músico!

Muchos de los que estamos metidos en esta profesión le estamos apostando a algo bien complicado: vivir de algo que a uno le gusta, pero que nadie le ha pedido. A partir de ahí nos decidimos meter en esta pirámide económica en la cual nadie sabe exactamente dónde cabemos nosotros (de hecho nunca he rellenado un formulario en el que en las profesiones a seleccionar se encuentre la de músico), y la vida se convierte en una constante búsqueda de espacios en los que uno pueda seguir alimentando ese espíritu que pide seguir estudiando, aprendiendo, componiendo y expresándose, con la necesidad de ganarse la vida. He conocido músicos que contra viento y marea siguen rebuscándose para poder seguir haciendo eso que nadie les ha pedido, teniendo que lidiar constantemente con la incomprensión de un sistema ultra práctico en el que muchas veces algo tan etéreo como el arte no tiene cabida. Lo que hacemos es abstracto y el éxito económico es una especie de lotería en la que intervienen miles de factores que muchas veces poco o nada tienen que ver con la música. Se necesita mucho empuje, algo de obsesión y unas ganas casi incontrolables de seguir haciendo música para que uno logre navegar en esta ola tan complicada de surfear. A quienes entienden perfectamente de lo que estoy hablando, y que en este momento tienen algún acorde en la cabeza que no ven la hora de sentarse en el piano para poder descifrar: feliz día del músico!

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